27.02.2010 por
El contenido precede al diseño. El diseño, en ausencia de contenido,no es diseño, es decoración. (Jeffrey Zeldman)
Cuando en ZEMOS98 comenzamos a plantearnos la imagen de la nueva edición, hace ya unos meses, decidimos que el camino era cocinar a fuego lento una receta compuesta por influencias, referentes y apetencias. Entendiendo la colaboración como comunidad y como contaminación, nos dejamos llevar por la multitud exótica de ingredientes y de sabores que se nos venían a la mente y al paladar gráfico de nuestro córtex compartido.
Vimos que en la frialdad de lo inorgánico nace la vida, en flujos continuos y discontinuos. Sentimos ordenarse al caos que parió el big bang primigenio al alcanzar su masa crítica. Sorprendimos a Duchamp jugando con sus rotoreliefs al borde de un agujero negro de urbes interconectadas. Descubrimos un diagrama concéntrico que conectaba a surrealistas y a psicogeógrafos en torno a un José Val del Omar en forma de nube de tags infinita. Asistimos a multitudinarios bailes de contenidos retroalimentados, en un bucle inolvidable de memorias y secretos.
Entonces paladeamos el acre sabor de la doble ironía que se oculta en nuestra realidad cotidiana, esa que se nos abre al accionar el zoom en ambos sentidos, al pasarnos al bando de la percepción activa. ¿Qué son las cúpulas de la Alhambra o los paños de azulejo de la Mezquita de Córdoba sino representaciones a escala de la bóveda celeste, de los planetas y los luceros creados por Alá? ¿No se ven reflejadas las frías y calculadas cadencias de los fractales en los verdes brotes del brécol? ¿Qué es una ciudad mas que un crisol, un mosaico formado por teselas de mil colores que se unen en un todo uniforme? La broma divina por la cual la vida surgió del carbono, en vez de surgir del silicio, compartiendo ambos elementos las mismas características y el potencial de ser la base de la Creación, no es más que un punto de vista, una cuestión de niveles micro/macro, el mismo juego visual que confunde un conjunto de neuronas ampliadas con el microscopio con redes de comunicación entre megápolis del Primer Mundo vistas a ojo de pájaro.
Y sin darnos cuenta, este potlach se tornó cartel, por obra y gracia de la cuatricromía.
He bebido vino en el que la luz destellaba, mientras que la noche extendía las tinieblas como manto. Hasta el momento en que la luna llena se mostró en la constelación de al-Gawza, como una reina soberbia y magnífica; estrellas chispeantes se elevaron a porfía para rodearla con su titilar y completar su propia titilación. Al hacer de su marcha hacia Occidente un paseo, colocó los Gemelos por encima de ellas a guisa de sombrilla. Se veía a las demás estrellas formar un cortejo, izando las Pléyades como una bandera por encima de ella. (Al-Mu’tamid. Rey poeta de la taifa de Sevilla, siglo XI)
1 - Cristina Domínguez | ZEMOS98 28/02/2010 - 11.48
¿Qué es la imagen que acompaña el texto?
2 - inki 28/02/2010 - 14.41
pues Clint Eastwood en la película "Por un puñado de dolares". La sobreimpresion ya no me atrevo.